¿Qué es y cómo funciona la bolsa?

La bolsa es un mercado en el que encontramos diferentes activos financieros que podemos comprar o vender con el objetivo de conseguir una plusvalía en el momento en que cambian sus precios. Para poder entrar en la bolsa se necesita a un intermediario. Este intermediario es el bróker, cuya función es la dejarnos ver y comerciar con los diferentes activos financieros (índices, divisas, materias primas, acciones, etc.).

Tipos de mercados

Mercados organizados

En los mercados organizados existe siempre una institución o agente que actúa como intermediario entre los agentes económicos durante todas las transacciones de compraventa. Lo que realmente marca la diferencia con los mercados OTC (no regulados) es la existencia de una cámara de compensación que regula las transacciones, eso hace que la compra o venta del activo financiero que se esté negociando sea segura. Un ejemplo sería la Bolsa de Madrid.

Mercados no organizados

Los mercados OTC (Over The Counter) agrupan todas las actividades financieras que se realizan dentro de los mercados no organizados o descentralizados, básicamente los que no están listados en los mercados de intercambio generalizados como New York Stock Change (NYSE) o el London Stock Exchange (LSE).

Estos valores se negocian a través de un bróker, que gestiona las operaciones de compra y venta fuera de los mercados bursátiles tradicionales. Las operaciones se realizan de forma privada a través de productos no estandarizados. El problema, la inexistencia de órganos de compensación o liquidación, o sea, no hay nadie que asegure que los agentes cumplen con lo establecido en el contrato en el que toman parte.

En estos mercados se puede operar con multitud de instrumentos tales como divisas, bonos, CFDs o acciones. Además, son mercados con poco volumen de transacciones (poca liquidez) así como altas comisiones.

Tipos de activos financieros

Siempre será necesario un bróker para operar con cualquier tipo de activo, esté en un mercado organizado o no. El bróker se lleva siempre una comisión en cada operación de compraventa y puede estar o no regulado (eso significa que hay una agente detrás que vigila la veracidad de sus operaciones como intermediario) y que en el caso de España no referiremos a la CNMV, que de alguna forma «regula» también los mercados OTC.

Hay diferentes tipos de activos financieros que podemos encontrar según el mercado:

  • Acciones
  • Bonos (deuda pública)
  • Bonos (deuda privada)
  • Fondos de inversión
  • Derivados (futuros, opciones, warrants, etc.)
  • Depósitos
  • Forex (divisas)

El objetivo es comprar o vender estos activos para sacar una plusvalía. No se genera ningún valor en tal actividad, sino que simplemente especulamos pensando que el precio de un activo subirá o bajará y que podemos sacarle un rendimiento, ya sea a corto o a largo plazo, según nos permita el activo financiero.

¿Qué mueve los mercados?

En un mercado perfecto y eficiente el precio de los activos financieros sólo se vería afectado por los eventos reales que suceden en el mundo. Por ejemplo, en el caso de las empresas y sus acciones sólo subirían o bajarían en función de sus resultados trimestrales o del lanzamiento de nuevos productos. O las divisas, por ejemplo, sólo se verían afectadas por las políticas de los bancos centrales o los datos macro económicos.

Pero no es así. El mercado está lleno de ineficiencias y éstas son causadas principalmente por reacciones irracionales a las noticias, los rumores, o incluso a la información incompleta que llega a través de los medios de comunicación. Los movimientos de los precios son el resultado de conductas irracionales (miedos y avaricias) de los inversores y los especuladores. Ineficiencias de las que se aprovechan los que más poder tienen para influir en el movimiento del precio, principalmente los fondos de inversión, los fondos de cobertura o hedge funds, los creadores de mercado o market makers y los grandes capitales privados.

Estas instituciones (manos fuertes a partir de ahora) tienen tal cantidad de dinero y recursos que son capaces de introducir grandes cantidades de órdenes en el mercado (ya sean compras o ventas) y que, en consecuencia, mueven el precio arriba o abajo de forma exagerada. Lo bueno es que los movimientos del precio se pueden estudiar e incluso predecir con un alto porcentaje de acierto. No es fácil, pero con estudio y práctica se consiguen entender los algoritmos que que generan estos movimientos.

Los gráficos de cotización

En un mercado cualquiera la línea del precio se genera a partir del precio de un activo financiero (por ejemplo, el valor que tienen las acciones de una empresa). Esta línea se representa visualmente como velas en un gráfico de cotización. Estas velas se llaman velas japonesas y nos indican si el precio ha subido (vela verde) o si el precio ha bajado (vela roja). Las velas se van acumulando una detrás de otra (se crearán más o menos rápido según el intervalo de tiempo que estemos viendo) hasta formar un gráfico como éste:

El precio sube o baja en función de la oferta y la demanda que existe en cada momento. En términos generales, a más personas que quieran comprar el activo en cuestión, más subirá. A más personas que quieran venderlo, más bajará. Esta línea de precio se podrá visualizar con cualquier programa de ordenador compatible para entrar en el la bolsa de valores y que tenga acceso a datos de mercado en tiempo real.


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